Es la primera variedad de uva resistente incluida en una denominación francesa.
Las variedades de uva resistentes a los hongos ( PIWI ) empiezan a estar acogidas en algunas denominaciones de origen, por ese motivo en agosto de 2021, los enólogos de Champagne decidieron aprobar una de estas variedades de uva resistente a los hongos llamada Piwi Voltis, y finalmente ha sido autorizada, con lo que los productores de champagne podrán plantar un máximo del 5% de sus viñedos con esta variedad que se suma a las 7 variedades permitidas hasta ahora. Las más conocidos son Chardonnay, Pinot Noir y Meunier, pero también están autorizadas: Pinot Gris, Pinot Blanc, Petit Meslier y Arbanne.
Esta variedad es un híbrido que contiene genes de Vitis Berlandieri, Vitis Rupestris y Vitis Vinifera. El híbrido fue creado en colaboración entre el INRA ubicado en Montpellier y el Instituto Julius Kühn en Siebeldingen, Alemania, como parte de un proyecto lanzado en el año 2000 para el desarrollo de variedades PIWI. Los racimos de Voltis son de tamaño mediano y moderadamente compactos. Las bayas también son de tamaño mediano, de sabor simple, con una piel moderadamente gruesa y una pulpa moderadamente jugosa, y se caracteriza por una resistencia total a oídio y alta resistencia a mildiu.
Pero, ¿por qué se necesitan variedades de uva que sean resistentes a las enfermedades fúngicas? Porque hoy en día apuntamos a una agricultura más sostenible y libre de pesticidas y según los análisis de la oficina de estadística de la UE (EuroStat), el uso de pesticidas por hectárea y año en la viticultura es, con mucho, el más alto en comparación con todos los demás productos agrícolas producidos en la Unión Europea. Sin embargo, estas variedades de uva no pretenden reemplazar a las tradicionales, ¡solo deben complementarlas en los viñedos!
Con el cambio climático, existe una gran posibilidad de que veamos más y más de estas variedades persistentes en todo el mundo, como ya podemos encontrar en Alemania, especialmente en las regiones de Rheinhessen, Franconia y Palatinado, y también podemos encontrar una gran cantidad en Italia, Suiza y Austria. Pero también hay más y más plantaciones en Europa Central, como Polonia, República Checa, Eslovaquia e incluso más al norte en Dinamarca.
¿Qué opinas al respecto? ¿Cres que el uso de estas uvas mejorará o perjudicará a la calidad de los vinos? ¿Cambiará la calidad del champán con este movimiento?