Diez consejos para estudiar sobre el vino

Como cualquier otra disciplina, estudiar sobre el mundo del vino conlleva un gran esfuerzo y dedicación.   Hoy me gustaría hablaros sobre los factores que influyen en la concentración y el aprendizaje: alimentación, descanso, postura, espacio, planificación y motivación, que, en nuestro caso, a veces viene acompañado de una copa de vino que hará más llevadero el estudio.

Consejos para empezar a estudiar

La clave del éxito en el estudio es ser constante, porque que te permitirá avanzar en el objetivo que deseas alcanzar.  Si no eres constante, será complicado conseguir llegar a la meta con garantías. 

Mi recomendación es que, para lograr un buen ritmo de estudio, es importante fijar una meta que te motive.  Muchos se motivarán con el aprobado, pero otros pueden motivarse con una recompensa: -Si apruebo me voy a visitar bodegas en Tenerife.

Pero para llegar desde el punto de partida hasta la meta, hay que recorrer un largo camino, y por ese motivo será necesario realizar un plan de estudio adaptado a tus circunstancias personales, organizar tu tiempo y utilizar las técnicas de estudio que mejor se adapten a ti.

Hoy quiero compartir contigo mis diez mandamientos para el estudio.  Seguro que otros tendrán otras técnicas, pero estoy seguro que éstas pueden ayudarte a concentrarte y aprender mejor, haciendo que obtengas mejor rendimiento de la sesión de estudio, como me pasó a mí.

1. Alimentación: algunos alimentos pueden ayudarte en tu concentración, otros te provocarán sueño o harán que estés más despierto. Durante el estudio es importante que te alimentes correctamente para así favorecer tu bienestar. Yo evito las comidas copiosas antes de estudiar, porque me produce mucho sueño.  Procuro comer ligero y tomar un buen café o té.

2. Postura: muchas horas sentado en una misma silla puede provocarte dolores musculares. Si no te encuentras bien, tampoco podrás estudiar correctamente. Yo estudiaba sentado en una silla normal de casa y tenía dolores de espalda hasta que invertí en una buena silla anatómica y el cambio fue notorio. Aún con una buena silla, cuida tu postura y levántate cada hora para ayudar a tu cuerpo a sentirse mejor. Aprovecha a estirar tu cuello, espalda y piernas.

3. Actividad física y descanso: durante el estudio, es importante que hagas descansos cada 30 minutos y duermas ocho horas diarias. Si estás estudiando y te entra sueño, no luches contra él porque no te concentrarás y es una batalla perdida. Pon la alarma 10 minutos, cierra los ojos y trata de dormir. Ese breve sueño hará que luego rindas mucho mejor.  También es recomendable realizar algún tipo de actividad física que te ayude a desconectar, para después poder volver a estudiar con más energía.

4. A qué horas rindes mejor: cada persona estudia mejor en un horario distinto, por la mañana, por la tarde o por la noche. Analízalo y notarás las horas en las que tu cuerpo está más receptivo y memorizas con mayor facilidad. Yo probé en varios momentos diferentes del día y llegué a la conclusión que mi rendimiento mejoraba mucho a media mañana o por la tarde.

5. Apaga el móvil:  El móvil nos distrae de nuestro estudio. Llamadas, mensajes, notificaciones…estamos todo el día conectados y si queremos rendir, tenemos que desconectar.  Si no quieres apagar el teléfono, te recomiendo lo siguiente: ponlo en silencio y activa el temporizador por 30 minutos. En ese tiempo tienes que estudiar y olvidarte por completo del teléfono.  Cuando suene la alarma de los 30 minutos, haces un descanso y aprovechas para levantarte, revisar mensajes en el teléfono, o lo que quieras.  Pasados 5 minutos de descanso, vuelves a programar el temporizador otros 30 minutos y repites la operación.

6. Tu espacio de estudio: Tiene que ser tranquilo, con todo lo necesario para estudiar correctamente, bien iluminado y sin distracciones. Ventila frecuentemente y mantén una temperatura agradable.  Si tu formación es Online, necesitarás una buena conexión a internet. Recomiendo conectar tu ordenador con cable Ethernet directo al router, mejor que hacerlo conectado con wifi para no perder conexión en ningún momento.

7. Estudia lo que te apasiona: Os confieso que antes de dedicarme al mundo del vino, era un estudiante mediocre.  No me gustaba estudiar, y me despistaba continuamente.  Pero cuando encontré lo que realmente me apasionaba todo cambió. Las calificaciones mejoraron exponencialmente y ahora me apetece enfrentarme a los libros y aprender. Estudiar lo que te gusta te ayuda a ser más efectivo, asimilar mejor los contenidos y rendir más.

8. Planifica tu tiempo: Yo siempre he utilizado este sistema: Calculo los días que dispongo hasta la fecha del examen, analizo las materias que entran, y reparto en ese calendario, los días que voy a dedicar a cada una de las materias dependiendo de su extensión o dificultad. Y sin olvidar que siempre es bueno dejar unos días finales para el repaso.

9. Apóyate en los compañeros: Seguro que otros están en tu misma situación y podéis estudiar juntos.  También los habrá que caminaron por el mismo sendero antes que tú y estarán encantados de hablarte de su experiencia.  Pregúntales y pídeles consejo.  Qué libros comprar, qué webs visitar, qué vinos catar…seguro que te ayudará a despejar muchas dudas y si alguno se convierte en tu mentor, será la mejor ayuda para lograr tu meta.

10. Empieza por los cimientos: Si quieres correr, primero hay que aprender a andar.  Como en cualquier otra materia, hay que empezar por la base, e ir construyendo unos pilares de conocimiento sólidos que te permitan después avanzar con seguridad y firmeza en el estudio. La formación teórica del mundo del vino siempre se complementa con las divertidas y apetecibles catas de vinos y los instructivos viajes a bodegas.  Pero de nada te servirán si no cuentas con una buena base formativa que refresques a menudo porque lo que no se usa, se olvida. 

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¡Salud!

Álex Pardo
Director de Grand Cru Academy